Este exitoso film del legendario director Akira Kurosawa fue lanzado en 1950 y es uno de los dramas de época japoneses más reconocidos a nivel internacional por varias razones.
La película está basada en dos historias: "Rashomon" de Ryōnosuke Akutagawa de la cual se obtuvieron los escenarios, el robo de un kimono y la discusión moral ambigua de la cuestión de robar para sobrevivir, e "In a Grove", del mismo autor, que proveyó los personajes y la trama (tres testigos del asesinato de un samurai encontrado en un bosque de Kyoto, testimonios contradictorios y complejamente confusos, la discusión sobre la capacidad de veracidad humana por su percepción (voluntaria o no) de un evento).
Como la mayoría de los trabajos japoneses que he conpartido en este blog, Rashomon ha sobresalido por su trama psicológicamente profunda y crítica.
El nombre de la película hace referencia a la puerta de entrada de la ciudad de Kyoto en la que comienza y termina la historia de un vago, un sacerdote y un leñador atrapados en una tormenta y relatando las confusas, egoístas y contradictorias confesiones de tres personas involucradas en un supuesto asesinato.
Aquí surge el término "efecto Rashomon" que describe como existen situaciones reales en que cada testigo del mismo evento ofrece un testimonio completamente distinto e información conflictiva.
Rashomon y Kurosawa lograron expandir al cine japonés y globalizarlo. La película ganó varios premios como el León de Oro del Festival de Cine de Venecia (1951) y un Premio Honorario de la Academia (1952). Rashomon es considerada, actualmente, una de las obras maestras históricas del cine.
[Kurosawa también fue uno de los dos guionistas de la película y fue quien la editó.]
Todo comienza cuando el leñador le cuenta a los otros que hace tres días, cuando buscaba leña en el bosque, encontró el cuerpo de un samurai muesto. En su pánico, huyó de la escena y notificó a la policía sobre su descubrimiento.
A pesar de no ser la acción más importante de la historia, la escena y toma única, continua del leñador caminando en el bosque ha sido un ícono admirable de Kurosawa.
Esta escena que dura aproximadamente 3 minuto es una toma continua que Kurosawa logró con grabando la misma escena usando muchas cámaras simultáneamente. La hazaña que parecía imposible previamente sorprendió a muchos directores extranjeros y los motivó a tomar el reto. El más grande ejemplo es el de Trufaut en Los 400 Golpes, quien logró hacer una toma continua más larga, inspirada en esta utilizando un riel para mover su cámara, que impresionó a Kurosawa con su mejoría. Sin embargo, el crédito pertenece al director japonés, que logró esto en un terreno más dificultoso, a diferencia de Trufaut que tenía una zona más despejada y plana pero que, aún así , tiene mérito y un simbolismo profundo.
El sacerdote dice haber visto al samurai viajando con su esposa el mismo día que ocurrió el asesinato. Ambos hombres son llamados a testificar en la corte, donde conocen al bandido que toma el crédito del crimen.
La historia continúa con el testimonio del bandido.
El famoso bandido, Tajõmaru, dice haber atado al samurai para robar sus valiosas y antiguas espadas. Al inicio, la esposa del samurai intenta defenderse con una daga, pero eventualmente se ve seducida por el ladrón. Con su honor como esposa manchado, pide que ambos hombres tengan un duelo por ella, prefiriendo que su esposo muera. Tajōmaru gana, pero la mujer huye de él.
Los policías preguntan sobre la valiosa daga que la mujer llevaba, pero dice que se perdió en la confusión y la olvidó o si no la tendría.
Luego viene el testimonio de la mujer, quien dice haber sido víctima de violación por parte de Tajōmaru. Teniendo su honor manchado, ruega perdón de su esposo, pero se siente traicionado. Ella le ruega que la mate para estar en paz, pero él la mira con tanto desprecio que se desmaya con la daga, que le ofreció para matarla, en mano. Al despertar, lo encuentra muerto con la daga en el pecho e intenta suicidarse, pero falla.
Finalmente, de una manera sorpresiva y, a mi opinión, cómica, el samurai asesinado da testimonio a través de un "medium". El samurai dice que, tras haber violado a su esposa, Tajōmaru le ofrece a ella que viaje con él y ella acepta con la condición de que mate a su esposo para no sentir culpa por pertenecer a 2 hombres. Tajōmaru se sorprende y le pregunta al samurai si quiere dejar ir a su mujer o quiere que él la mate. El samurai dice que por darle esta elección, consideró perdonar al bandido. La mujer huyó y Tajōmaru liberó al samurai. El samurai luego se suicidó con la daga de su esposa pero, misteriosamente, nadie nunca encontró la daga de nuevo.
Ya de vuelta en el presente, en la puerta Rashomon, el leñador confiesa a sus dos colegas recientes, que todas las historias anteriores son falsas y él confiesa haber visto todo, pero quería evitar involucrarse en el juicio, así que no le dijo nada a la policía. Según su perspectiva, Tajōmaru violó a la mujer y luego le pidió que se casara con él, pero la mujer liberó a su esposo, quien no quería salvarla por considerarla malcriada y mimada. La mujer procedió a criticar a ambos diciendo que no eran hombres porque no peleaban por el amor de una mujer. Sus palabras los obligan a pelear y todos sintieron miedo de la pelea. La pelea fue patética por ser cobardes y Tajōmaru simplemente ganó por suerte. Después de dudar, mató al samurai, que rogó por piedad y la mujer huyó. Tajōmaru no puedo atraparla y robó la espada del samurai, cojeando.
La confesión es interrumpida por el llanto de un bebé abandonado en el refugio cerca de Rashomon. El vago roba un amuleto y un kimono que fueron dejados para el bebé pero el leñador lo regaña, provocando furia en el bandido que le dice ladrón al leñador, comprendiendo al fin que la daga debió desaparecer porque el leñador la robó. El vago se va diciendo que de igual manera, todos los hombres solo viven por la motivación del interés personal.
Todos los engaños y la mentiras que ha escuchado y presenciado hacen que su fe en la humanidad se debilite, pero se renueva gracias a que el leñador toma al bebé y decide criarlo a pesar de tener ya seis hijos y no tener mucho. Su esfuerzo hacen que el robo de la daga se interprete más como una necesidad en medio de la crueldad de los involucrados. Al marcharse el leñador con el bebé, la lluvia para, se despeja el cielo y el sol brilla como las nuevas esperanzas de los personajes.
El estilo minimalista del film refleja la admiración de Kurosawa por el cine mudo y el arte moderno.
Kurosawa sentía que el sonido conematográfico aumenta la complejidad de las obras. Sentía que el sonido no solo era acompañamiento o el sonido solo en sí, si no que multiplica o refuerza la imagen.
Como dicen, sin el sonido, no es lo mismo. La imagen y el sonido funcionan 50/50, van de la mano completamente sincronizados e inseparables, no ajenos.
Pero sabiendo esto, Kurosawa sintió que al hacer la película muda cumplía con conceptos del arte moderno, como la simplificación. Pero no se limitó a eso; en toda la película solo hay tres escenarios: Rashomon, el bosque y el juzgado, el bosque siendo real y los otros dos siendo lugares completamente sencillos. (El bajo presupuesto también fue una limitante.)
La puerta Rashomon se utiliza como una metáfora de puerta entre las narraciones de los involucrados y el presente. El hecho de que la puerta cada vez sea destruya más (debido a sus ocupantes temporales) también refleja el efecto de las "verdades" y su naturaleza en los hombres.
Entre más detalles de los aspectos técnicos, sobresalen más tomas.
Una es una secuencia de close-ups de la cara de cada uno de los tres involucrados en el crimen, secuencia que se repite una segunda vez para enfatizar la relación "triangular" entre ellos.
Otra son los contrastes de tiempos, con la observación de que tanto las tomas del bandido al actuar como un tarado toman tanto como en las que la esposa actúa como una loca.
En el bosque se utilizaron tomas dirigidas directamente al sol y usaron espejos para hacer pasar el sol entre las ramas y las hojas para intensificar la luz dentro del bosque. Esto era para hacer que la luz fuera la luz (verdad) siendo oscurecida por la hojas (la interpretación de cada personaje).
La lluvia también sufrió modificaciones, siendo teñida de negro para ser captada por las cámaras.
La película, por ser un clásico del blanco y negro, lamentablemente pierde el encanto que seguramente habrían agregado los colores de los trajes finos del samurai y su esposa, así como del bosque para aportar a las texturas. Curiosamente, también su falta de color es algo apropiada por su tema sombrío y por la pudrición social que refleja junto con su estilo levemente policíaco.
Existen muchas discusiones sobre el uso de la luz como símbolo del mal o del bien. En lo personal sentí que la luz no se prestó más para ninguna perspectiva específica, sino que se usó según la perspectiva del personaje narrador, tomando carácter bueno o malo según sus testimonios.
Algo que sí es muy interesante es que, después del final soleado y esperanzador, Kurosawa quería poner una toma de una nube volviendo a oscurecer Rashomon para simbolizar que el final feliz no es definitivo, pero desgraciadamente no logró la toma con tan buen clima.
En cuanto la edición, Kurosawa generalmente grababa la misma escena usando varias cámaras que cortaba para darle un flujo con más acción a, incluso, acciones básicas. Pero también utilizó michas tomas cortas que editó para que parecieran una sola. Se dice que hay 407 tomas separadas en toda la película, más del doble de lo usual usado, y aún así no se nota la diferencia.
Los actores me causaron impresiones mixtas. Son exagerados al punto que llega a ser cómico, a veces más teatral y comunicador, pero también llegan a ser profundos y caracterizan con perfección los sentimientos puros o impuros de sus situaciones. En verdad logran comunicar bien (con apoyo de sus vestuarios) con solo gestos faciales o corporales. Es un rebote entre exageración absurda o exageración dramática e impactante.
La música por Fumio Hayasaka me recordó mucho a canciones de batallas con estilos tradicionales que ha hecho Joe Hisaishi para Ghibli. La música, intensa, como la teatral, va marcando el paso firme y fuerte del caminar de los personajes en el bosque amenazante y espeso o los momentos de tensión psicológica o física en que los personajes se enfrentan. A pesar de ello, la mayoría de la historia no es acompañada por música, sino por sonidos del bosque o de los personajes, que de igual manera, al dejar algo de silencio en medio de todo, aumentan la tensión.
Una pieza sí sobre sale entre todas, su adaptación del Bolero de Ravel, especialmente utilizada con el testimonio de la mujer.
Rashomon, desde su lanzamiento, ha creado grandes incógnitas e interpretacion sobre la verdad, la naturaleza humana y el enfoque de Kurosawa. Debido a esta abierta subjetividad e incertidumbre de hechos reales, muchos han interpretado el film como alegoría de la Segunda Guerra Mundial (a pesar de que ninguna de las dos historias en las que es basada se relaciona en lo mínimo).
Lamentablemente, la película no fue bien vista en Japón, siendo recibida como muy occidental y poco representativa, a lo que Kurosawa respondió diciendo que los japoneses tienden a pensar muy bajo de ellos mismos y sus cosas.
La verdad es que es una joya tanto en lo técnico como en el mensaje y vale la pena verla.
Disfruten.
http://youtu.be/RJOtfYSqqsA - Escena del leñador
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