9.17.2016

Stranger Things





Es hora de entrar al mundo al revés, el mundo del nuevo “Hollywood indie” con el que muchos han soñado y que Netflix está convirtiendo en realidad.

A diferencia de las otras miles de adaptaciones de libros de adolescentes clichés o relanzamientos de clásicos que han sido, aparentemente, el 85% del contenido audiovisual realizado por las grandes cadenas productoras de televisión y cine, Netflix ha venido a probar que su “boom” en la industria del entretenimiento no solo se debe a su distribución de títulos en línea. Sus “reboots” y trabajos nuevos han probado el éxito de esta nueva marca mundial que rápidamente se vuelve tan parte de nosotros como lo fue Blockbuster en sus tiempos de gloria.

Han logrado presentar constantes éxitos de creativos audiovisuales de todo el mundo a la luz, permitiendo así una nueva comunicación visual. Ya no dependemos de alguna que otra película Europea o de cortometrajes más “underground” para poder ver historias más únicas, con temáticas locas y con estéticas y edición mucho más experimental. Lo mejor de todo esto: Netflix nos permite consumir muchas de esas locuras culturales a nivel internacional; como ejemplos personales puedo mencionar Hibana, con una narrativa algo confusa pero cotidiana que hace un muy buen uso de movimientos y ángulos de cámara, y Ha vuelto, de la que escribiré para la siguiente vez.

Pero ahora pasemos a hablar del más reciente Hit de la historia de producciones originales de Netflix, una serie que revive la década de los 80’s con su culto de lo sobrenatural, el horror y la ciencia ficción:
Stranger Things, presentada simplemente como una historia que comienza a partir de la desaparición de un niño y la aparición de una niña telequinética y el mundo oscuro de un monstruo sobrenatural.   


Mi primera impresión al comenzar a verla fue: Estoy viendo una combinación extraña de los primeros Nerd Gamers, la bibliografía de Stephen King (que incluso llega a ser mencionado en un episodio) y un toque Ender’s Game. La cultura pop de los ochentas fue obvia a primera vista, con solo el hecho de poder reconocer el juego de mesa de Dungeons & Dragons (por los monstruos, ya que solo jugué los Arcades). Y al ver los créditos iniciales con el título, los libros de Stephen King y los Expedientes X revivían en mi mente por completo. Lo mejor fue que, con todo y referencias, no se sintió como un material reciclado de éxitos de la década.

Advierto que soy de los noventas, así que lo que aporte de mi perspectiva personal de los ochentas e menos de vivencias y más de aprendizaje cultural e investigación.

Mi emoción al ver el tablero de D&D y la actuación de los niños recreando las escenas imaginarias de batalla como si fuera un Final Fantasy en vida real tocó mi corazón Geek de inmediato.

Todo hace sentido al saber que los hermanos Duffer, quienes crearon la historia, escriben los guiones, producen y dirigen la serie, son devotos Geeks desde su infancia, habiendo sido amantes de la ciencia ficción y el terror en los medios audiovisuales y la literatura de los 80’s.
Aparte de Stranger Things, los hermanos gemelos solo han tenido un proyecto propio, un thriller post apocalíptico lanzado en el 2015 llamada Hidden, aunque también escribieron tres episodios de Wayward Pines, la serie de M. Night Shaymalan. (¡¿Aún lo dejan hacer algo?!)
Encontré un comentario de uno de los hermanos que no podría ser más cierto: “Las películas del género de terror son solo sobre un espectáculo hoy en día. Lo que amábamos de las películas que vimos cuando niños era el gran trabajo que se hacía con los personajes. Todo era acerca de un lugar donde lo ordinario se encuentra con lo extraordinario.”
Los viejos tiempos~~. 


Continuando con el tema…La paleta de colores, los vestuarios y el casting me parecieron muy bien pensados y desarrollados. Las facciones de los personajes, el diseño y “look” de los espacios  y la iluminación de cada escena marcaron muy bien cada emoción en el desarrollo de los personajes y cada punto de giro en la narración. Claro que hubo momentos más pausados y tranquilos en medio de la tensión creciente o los pequeños momentos ligeros y cómicos, pero el ritmo de desarrollo de la narrativa fue, a mi parecer, muy bien manejado. Las pausas que nos provocaban reflexión sobre las batallas internas de los personajes coexistieron bien con los chistes ansiosos de época y las secuencias rápidas de suspenso. 

Las actuaciones traen a la vida de manera efectiva a personalidades muy particulares y, en ciertas ocasiones, complejas y llenas de secretos psicológicos muy oscuros. Es de esas series que le saca a uno esos momentos en que le grita a la pantalla a personajes, una experiencia en la que uno casi que vive dentro de la misma pantalla con ellos. Cada episodio terminaba con suficiente suspenso como para convencerme de seguir viendo a pesar de la hora, algo más complicado de lograr cuando la serie es gira alrededor de puro suspenso. Debo reconocer sus méritos ya que, no importa la presión social y las opiniones generales, soy alguien que si no le gusta el primer episodio de una serie lo suficiente, simplemente no continúo viéndola. No importa que me digan que en el episodio 12 se pone interesante. Para mí una historia es buena de principio a fin.

Los diálogos no son nada del otro mundo en general, pero sentí que es parte del efecto que tuvo la serie. Me recordó a lo que hace Modern Family, conversaciones bastantes genuinas y comunes entrelazadas de maneras algo sutiles con una buena utilización a referencias pop humorísticas. Muy pocas líneas se sintieron forzadas, a pesar de que un par de veces Wynona Ryder se pasó un poco falsa y forzada en su actuación de madre desesperada, pero pasó tan poco y rápido que no es suficiente para condenarla, ya que casi cada escena sí logró construir una personalidad fuerte detrás de toda la tragedia.


El gran trabajo de dirección se nota en los detalles que sirven como homenajes, unos más sutiles que otros, el gran comienzo de una nueva generación de actores novatos que logran cautivar más que las estrellas veteranas de la serie y al mostrar una historia original a pesar de utilizar elementos conocidos  y no deja de parecer como si en verdad hubiese sido grabado en la época a la que representa. 

Vemos una combinación clásica de bosques tétricos, sangrados de nariz debido a esfuerzos mentales sobrenaturales, comunicación casi espiritual de personas perdidas a través de dimensiones, teléfonos de pared con cables espirales (yo aún tengo uno) con todo y la tenebrosa estática, paredes “elásticas” que intentan ser atravesadas por manos y caras gritando (La Momia), Mixtapes (Casettes en general) usados como regalos importantes que vinculan a personas y situaciones con canciones compartidas, equipos de radio clásicos y enormes y hasta televisores de cajón con antena y de 22 pulgadas siendo alabados por su gran tamaño.

A todo esta realidad de época le aporta en gran parte algo que me encantó desde el primer episodio: El audio. 




Partes de los pecados que le he señalado al Hollywood reciente es la edición de audio. Temen al silencio y saturan cada momento con música exageradamente dramática y estridente, muchas veces contradiciéndole a uno las emociones que queríamos sentir en un momento, o todo se vuelve sonidos automatizados robóticos o explosiones.

Stranger Things hace un gran trabajo con el manejo de la tensión con los sonidos. No deja de tener algún que otro momento obvio y predecible por el mismo hecho de que se utilizan recursos de películas conocidas, pero básicamente todo lo deja a uno como caminando en puntillas, esperando. Silencios abruptos, sonidos agudos y constantes (como la película Gravedad), sonidos como transiciones confusas de un grupo de personajes a otros mostrando narración paralela y, algo que amé demasiado, música. Es increíble cómo tomaron música que para muchos, incluyéndome, es clásica e icónica. No solo integraron esas canciones de manera muy personal con personajes específicos, sino que la distorsionaron y aplicaron efectos de estática y distintos volúmenes para mostrar distancias y ser constantes y coherentes con la tensión y la imagen, como es el caso de la canción más importante dentro de la serie: Should I Stay or Should I Go de The Clash. A pesar de que nos parezcan decisiones obvias, el audio no siempre es manejado con ese sentido común y orgánico que vuelve todo lo que escuchamos en parte intrínseca de lo que vemos, a pesar de constituir el 50% del producto final en video.

La canción de The Clash llega a ser un punto importante de la historia, siendo la banda favorite de Jonathan, quien se la muestra a su hermano cuando eran más pequeños y sus papás se gritaban en otra parte de la casa. La canción simboliza la unión cercana que ellos tienen al intentar lidiar con sus problemas familiares y personales juntos como mejores amigos. La canción se vuelve parte de la comunicación entre ambos mundos, sirviendo como punto de alivio como de terror en distintos momentos y mostrando muy bien las dudas de los Byers en dudar si ante el peligro deben huir o enfrentarlo.

Bueno, Jonathan, como un muchacho de menos recursos y una vida difícil, se inclina a música más rebelde como la de Joy Division, pero logramos escuchar música más “cursi”, por así decirlo, de Corey Hart  y New Order.


Los ochentas no solo se dejaron mostrar con nostalgia de la industria del entretenimiento y aspectos tecnológicos. Vemos referencias muy directas a la paranoia que vio nacer al género de ciencia ficción moderno en Estados Unidos, la guerra fría, la época de conspiraciones y desarrollo gubernamental acelerado. Por eso los Expedientes X se hacen notar. Secuestros del gobierno, experimentos bizarros en personas para desarrollar armas humanas y súper espías y pueblos pequeños que parecen estar intactos en sueños de suburbios hasta que lo sobrenatural y los laboratorios secretos comienzan a interferir en sus vidas sencillas, con todos creyendo que cualquier evento fuera de lo normal se debe a los comunistas rusos.

La sociedad de “lavados de cerebros” muestra a científicos misteriosos, los obsesivos seguidores del gobierno, los afectados por el gobierno que desconfían en todos y al más grande personaje de esta historia: 11.

Cuando el niño de 12 años, Will Byers, desaparece camino a casa luego se su partida de juegos, él es secuestrado por una criatura misteriosa y, en cambio, huyendo del sector secreto del gobierno, aparece Eleven, una niña con el pelo al ras de la cabeza, aspecto andrógeno y grandes dificultades de habla debido a el aislamiento y la tortura impuesta en ella por años. Esta niña con telequinesis es encontrada por los 3 amigos de Will: Mike, Dustin y Lucas.

Este grupo manejó una muy buena química con Mike siendo un líder que desarrolla su valentía y determinación debido a su lealtad hacia sus amigos y, en parte, por esos sentimientos encontrados con su nuevo y creciente amor por la niña casi muda. Millie Bobby Brown, quien hace de Eleven, logró reflejar una vida llena de miseria, deseos de afecto, rencor y pánico casi solo utilizando lenguaje corporal y una mirada profunda. Dice muy pocas palabras en la serie, pero también las dice de una manera en que cada una llega a tener gran importancia y significado. También provoca mucha empatía verla descubrir el mundo exterior y siendo maravilladas por los detalles cotidianos como la tele, las cajas musicales, su apariencia con un vestido y pelo largo y los Eggo Waffles (su obsesión). Por otro lado, Dustin resulta ser un personaje único al ser el más cómico y adorable de los niños, pero a la vez siendo la mente detrás de la armonía y el trabajo en equipo que mantiene al grupo vivo. Este giro al personaje “light” me pareció muy apropiado, ya que bien se sabe que un líder no siempre logra mantener la cabeza fuera del agua y menos si su mejor amigo le causa algunos problemas. Lucas, el mejor amigo de Mike, es un muchacho de carácter fuerte que no confía en Eleven debido a su obvia apariencia y comportamiento sospechoso y su comunicación confusa (y por los celos que le provoca que Mike la esté poniendo como prioridad durante casi toda su aventura). Lucas es uno de los personajes que menos me agradó; entiendo que a esa edad suceda esa rivalidad entre nerd enamorado y mejor amigo que solo quiere que todo se mantenga como siempre. A pesar de eso, hubo momentos en que me pareció que su necedad se llevó muy lejos y solo consiguió enojarme.


También tenemos otro set de personajes sorpresivos. Comenzaré con el veterano, David Harbour, también de “The Newsroom”, que hace el papel del jefe Jim Hopper, el Sheriff que ha cuidado un pueblo sin crímenes verdaderos por años, bebe mucho y tiene una actitud demasiado casual y sin preocupaciones.

Lo primero que lo hace pensar a uno es que él no va a llegar a nada y va a ser un estorbo. Sin embargo, a medida que la historia avanza, se revela un pasado trágico con su única hija habiendo muerto de pequeña por un cáncer y su matrimonio cayendo en pedazos poco después por sus adicciones. Su verdadera personalidad, un carácter fuerte y determinado que persigue la verdadera justicia sin importar las consecuencias y los sacrificios se desarrollan a un buen tiempo, sin dejar deseando por más pero sin darlo todo de una sola vez. Su astucia me atrapó, por lo que considero que es el mejor papel adulto de la serie.


Cierro mis opiniones de personajes con 4 adolescentes especiales. Primero, Nancy, la hermana de Mike, que presenta una grata sorpresa y un buen giro a la historia. Esta muchacha es la alumna perfecta con un buen corazón que, lamentablemente, cae de gracia al enamorarse del chico malo de la escuela y querer fingir una nueva identidad rebelde para ser popular. Junto a ella está otro personaje interesante, su mejor amiga Barb, a la que no le importa la popularidad sino continuar con su tranquila vida. Esto no es tan fácil de lograr cuando quiere proteger a la terca de Nancy que está detrás de Steve Harrington, su novio rico y arrogante que ha vivido haciendo lo que quiere. Cuando Nancy decide quedarse en la casa de Steve luego de una fiesta y contradiciendo los ruegos de Barb por no cambiar a ser alguien que no era, nos encontramos con una escena icónica y, en lo personal, la mejor lograda en la serie. 

La experiencia fue especialmente tensa para mí, con la incomodidad de estar pendiente de apagar la tele teniendo a mi hermana menor al par mientras todo pasaba. Vemos a Nancy y Steve en su cuarto, luego a Barb sentada en el borde de la piscina con una mano cortada y el sentimiento de traición viendo ocasionalmente a la ventana de Steve y otra perspectiva, la de Jonathan Byers, que salió de noche con su cámara a buscar pistas y rastros de su hermano desaparecido en el bosque. Durante la fiesta él llega accidentalmente al borde del bosque que mira hacia el patio de Steve y toma fotos del grupo. Mientras este ciclo de turnos entre perspectivas transcurre vemos como a Jonathan se le acaba el rollo, luego de tomarle una foto de Barb sentada sola , en los segundos que baja su cabeza para cambiar el rollo, Barb es atacada y desaparece sin que Jonathan haya visto nada. Lo que prosigue son cortes incómodos del momento traslapado: Nancy perdiendo su virginidad mientras Barb, en una versión oscura, pegajosa y tétrica (como el mundo de Alien) del patio de Steve grita por la ayuda de su amiga mientras intenta huir de un monstruo que finalmente logra llevársela con él. Súmenle a eso el hecho de que durante todo esto pueden escuchar la clásica canción de Foreigner, Waiting for a Girl Like You. Simplemente contradictorio y perturbador – pero perfecto.


La cruel ironía del momento es parte de lo que logran hacer que un personaje secundario como el de Barb llegue a ser extrañado y querido, mientras hace que Nancy y Steve se vuelvan algo más que odiados.

Sorpresivamente, Nancy, Steve y Jonathan llegan a cambiar y crecer mucho en apenas 5 episodios. Debido al desaparecimiento de Barb, Nancy se revierte en una buena chica y mejor amiga por unos momentos, antes de mostrar a una muchacha de personalidad fuerte que se enfrenta a lo sobrenatural con mucha valentía y con más actitud de lo que cualquiera pudo haber esperado de ella. Jonathan logra mostrar tanto su lado familiar y romántico más sensible, contrastándolo con la determinación ciega y algo peligrosa de su instinto de proteger a quienes le importan. Y pos su parte, Steve pasa de ser el típico imbécil con complejos de superioridad a un muchacho que descubre, luego de una larga línea de muchachas a quienes solo a usado, un amor verdadero y algo fuerte por Nancy.


Esta historia realizada sobre épocas más simples cuando los niños eran libres y no habían redes sociales logró, exitosamente, alcanzar y encantar a todo tipo de públicos en estos tiempos en que lograr crear entretenimiento más generalizado e impactante es mucho más difícil. No es una historia de terror extrema, es más un suspenso tétrico que es fácil de disfrutar por personas de 13 en adelante, con algún que otro susto gracias al audio y la edición, pero nos lleva de regreso a historias sencillas pero bien trabajadas sobre héroes, villanos y monstruos como las que mirábamos de niños. A pesar de ello logra ser memorable por la conexión emocional que crea Eleven, uno de los mejores ejemplos de buen desarrollo de personajes que he visto en una serie que no es de comedia en un buen tiempo (hablando de actuaciones más hollywoodenses). 

Logra tocar temas cotidianos muy serios que me lograron impactar de manera más personal con el desarrollo del dolor y sufrimiento de adultos y niños en sus vidas personales y pasados difíciles, más que nada en aspectos familiares y sociales que entran en conflicto con la identidad y el comportamiento de personajes, como lo muestran los recuerdos intermitentes de vulnerabilidad, daño psicológico y físico acompañados por la acción que lleva a cambios y a momentos de liberación en que se logran abrir a ellos mismos y aceptar el pasado para crear un mejor futuro en ellos mismos. Esto se nota incluso en personajes secundarios más casuales, donde vemos corrupción, humor negro y diálogos fuertes.

La verdad es que, entre todo, esto no solo es una serie de terror y ciencia ficción, es sobre vidas normales y la lucha diaria volviéndose más compleja cuando lo extraordinario entra en el juego.





Links relacionados:

Reseñas por episodio y de la temporada por AV Club - http://www.avclub.com/tv/stranger-things/

7.07.2016

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