La trama de cada Terminator después de las primeras dos ha sido justificar su propia existencia; los que saben de esta saga se preguntan, ‘‘¿Por qué estoy en el cine viendo la tercera/cuarta/quinta Terminator cuando Sarah y John Connor detuvieron el Juicio Final en la dos, maldita sea?’’, mientras los que no saben solo miran a la pantalla con lágrimas en los ojos, considerando las malas decisiones que tomaron en su vida como para verse atrapados viendo la mala secuela de una película ochentera que no les gustó o que jamás vieron en primer lugar. Parte de la audiencia ya está en su contra, si le agregamos el hecho que el trailer que contó el giro más importante de la trama hace que la pelea de Alan Taylor por hacer una buena película sea más difícil y hasta noble. ¿Tuvo éxito? Pues como no les importó contar todo en los trailers, voy a ‘‘spoilear’’ mi propia reseña en el intro y diré que no, no tuvo nada de éxito, de hecho es malísima...
...Y en gran parte gracias a este tipo. |
En el futuro, John Connor (Jason Clarke) manda a Kyle Reese (Jai Courtney) al año 1984 para salvar a su madre, Sarah Connor (Emilia Clarke), de un T-800 (Arnold Schwarzenegger) que fue mandado por Skynet, un software que esclavizó a la humanidad. Cuando Kyle llega a su destino descubre que Sarah no solo ya sabe todo sobre el futuro, si no que también ya eliminó al T-800 que vino tras ella con la ayuda de su propio T-800, apodado ‘‘Pops’’.
Antes de empezar a hablar de todo lo que detesté de esta película, empezaré con lo bueno, el regreso de Arnold como un Terminator. No es por nostalgia, sino porque él aún mantiene todo el carisma que vimos en Terminator 2 (e incluso en la 3). Mantuvo una buena química con Emilia Clarke, con quien tiene una relación de padre/hija de la cual me hubiera gustado ver más (tal vez habría tiempo si hubieran cortado unos 123 o 124 shots de la cara confundida de Jai Courtney). También nos demuestra que él aún puede ser convincente en las muchas escenas de acción de la película, las cuales no son nada menos que fenomenales, particularmente la escena en la que Arnold pelea con una versión más joven de sí mismo, rejuvenecido con “CGI”, es un excelente efecto y sirve para recordarnos que él está viejo, ‘‘pero no obsoleto’’.
Lamentablemente, la genialidad de Arnold es contrarrestada por lo terrible que es Jai Courtney interpretando a Kyle Reese. Al principio pensé que su casting era algo ingenioso y arriesgado. Cierto, la manera como dice sus diálogos es muy aburrida y parece que jamás ha visto como un ser humano siente emociones, pero eso tomaba segundo plano a la astucia del director de reparto que encontró a este gorila albino que era capaz de mimicar palabras como si fuera una persona; lo rapó y lo puso como protagonista en su producción multimillonaria. Estaba muy maravillado, viendo a este primitivo animal actuando como que si fuera una persona, como para preocuparme por su capacidad como actor. No fue hasta mucho después que me enteré, para mi sorpresa, que Jai Courtney no es un gorila albino rapado que pretende saber actuar como un ser humano, resulta que solo un australiano sin talento que pretende saber actuar como un ser humano.
Pero cualquiera pudo cometer ese error... |
El casting de Jai Courtney es un verdadero misterio; no sabe actuar, no tiene una película particularmente exitosa en su portafolio (salvo tal vez Insurgente, también conocida como ‘‘esa que trata de ser como Hunger Games y falla miserablemente’’) y no se parece a Kyle Reese, ni siquiera se molestaron en darle el mismo peinado. Tenía tan poca química con los demás actores que sus co-estrellas parecían igual de terribles, en especial la pobre Emilia Clarke, quien, por más que trató, no pudo hacer que sus diálogos sentimentales se escucharan convincentes mientras rebotaban de alguien con la personalidad de una piedra. Se supone que es el protagonista, pero termina sirviendo más como un agujero negro que consume carisma y talento.
Carisma y talento era lo que se necesitaba para salvar este guión lleno de clichés y malos diálogos. Tengo la impresión que fue escrita como quien escribe un fan-film, mostrando más interés en expandir el Universo Terminator que en contar una buena historia. De cierta manera es más un homenaje que una secuela.
Rating: 4/10
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