Recuerdo haberme enterado de la película, desgraciadamente, por primera vez al ver los Óscares, cuando yo, amante de películas y de música debía haberme enterado mucho antes de algo tan grandioso.
Cuando uno
piensa en una película musical, tiende a pensar en películas de época o
coreografías de contemporáneas como hip-hop. También tenemos la dicha de tener
películas biográficas de artistas reconocidos o bandas musicales exitosas. Ya,
en casos especiales, hemos podido ver conceptos algo distintos como “August
Rush”, otra película a criticar, que plantea la genialidad de un joven prodigio
que se conecta con las personas a quienes ama a través de su talento. Son
conceptos hermosos, realistas o simplemente divertidos y entretenidos. No voy a
negar que me encanten esas películas, no solo porque ame la música, sino porque
son trabajos bien realizados e inspiradores.
“Whiplash” me
atrapó con solo clips de ella, no solo por la energía que mostraba y la
compleja velocidad de su música, sino porque mostraba el dolor de un músico. Y
no es como el dolor que se muestra en otras películas; no tenía que ver
solamente con problemas personales o con las dificultades de volverse famoso.
No, esta película mostraba los estragos y la desesperación de un alumno en una
escuela de élite bajo la presión de lo que debía ser, de lo que sentía que
podía ser y de sentir que no da el ancho. Estudios, prestigio, orgullo y la
pasión por la música que es su misma alma, todo es riesgo de desaparecer de
entre sus manos, de manera más literal de lo que imaginan.
“Whiplash” nos
muestra la historia de personajes ficticios pero, sinceramente, esa historia
puede ser tan real como mi propia vida. Los detalles de la vida personal y el
desarrollo de los personajes se pueden acercar a muchos casos reales de alumnos
luchando por mantenerse estudiando y cumplir sus sueños. Muchos fracasan, son
expulsados, pierden la beca o se rinden por distintas razones como presiones y
exigencias o el mismo desbalance que sufren sus vidas personales al intentar
poner de prioridad, o incluso como única, a la música que intentan alcanzar.
Su título es
algo brillante también, algo sencillo pero completa y fielmente simbólico con
la experiencia del personaje principal. El término “whiplash” se refiere a una
lesión en el cuello debido a movimientos rápidos y forzosos del cuello en un
movimiento constante de frente hacia atrás, como quien azota con un látigo, una
metáfora de ese golpe repentino y poderoso (de ahí la referencia siendo “whip”
un látigo y “lash” un azote). Médicamente se tiene a usar de referencia para
accidentes en auto (uno ocurre en la película) pero en la historia se
referencia de manera explícita al título de la primera canción compleja a la
que se enfrenta el protagonista, quien se ha unido a la banda de Jazz neoyorquino
dirigida por el maestro más agresivo, déspota y perfeccionista de todos, los
trata como “a latigazos”. Aparte de reflejar el nombre de la partitura, es
obvio que esto también se refiere a los movimientos frenéticos del principal,
un baterista que literalmente debe tocar la batería con el cuerpo completo para
mantener un tempo extremo y casi imposible (14/8).
Escrita y dirigida
por Damien Chazelle, este drama salió a los cines en el 2014 y se basa en las
experiencias del director en la Banda de estudio de la Secundaria Princeton
(Princeton High School Studio Band). Los papeles principales son representados
por Miles Teller, ya con experiencia previa con el remake del musical “Footloose”
en cuanto al ámbito musical y habiendo desarrollado un personaje desesperado
con una vida a la deriva y perdida que logra superar en “The Spectacular Now”,
y por J.K. Simmons, que todos sabemos puede actuar muy bien como alguien
amenazante y poderoso. Ciertamente, ambos fueron una gran elección ya que
hicieron a sus personajes tan realistas, profundos e intensos que yo, como
otros, sentí que era más una película biográfica que ficción. Sus expresiones
faciales, sus gestos corporales e incluso las inflexiones de voz nos conectan
completamente con ellos y nos hace entenderlos.
Profundicemos en
esto. Miles Teller (es un baterista en vida real desde sus 15 años, que
aprendió siendo autodidacta) interpreta a Andrew Neyman, un joven baterista de
jazz ambicioso, busca ser el baterista más destacado de su colegio de élite, el
mejor en el país, el Conservatorio Schaffer en Nueva York. Desde pequeño tocaba
la batería teniendo a Buddy Rich (llamado en vida real el mejor baterista del
mundo, en su época, por su técnica, poder y velocidades virtuosas) como
inspiración y ejemplo de vida. El básicamente muere (y vive) por ser como él o
incluso mejor. Quiere destacarse sin importar lo que pase con el resto de su
vida, si es que existe, ya que para él la batería lo es todo. A pesar de esto,
el sufre la presión del fracaso, no solo de la manera común en que todos los
músicos se sienten presionados en la guerra salvaje y voraz en la que todos se
destruyen entre ellos, sino también por el fracaso profesional de su padre, un “autor”
que ahora es un maestro.
Por otro lado
está Terence Fletcher, instructor y director de una banda de estudio del
conservatorio, muy famoso en el ámbito del género del jazz. Pero no solo es
famoso por su talento y su exclusividad, también tiene una gran fama por sus
métodos de enseñanza. Él busca crear a los siguientes mejores músicos de jazz,
la siguiente estrella que no ha habido desde Louis Armstrong, pero él intenta
lograrlo con métodos agresivos de abuso verbal e incluso físico.
Fletcher
descubre a Andrew practicando la batería solo y, después de haberlo asustado en
practicar canciones rápidas, lo vuelve a escuchar y lo transfiere a su banda, a
la que todos quieren pero temen llegar. Esta transferencia cambia completamente
la vida de Andrew de una manera permanente. Así como Fletcher exige de Andrew de
maneras psicológicas (reemplazándolo en la banda, haciéndolo competir con
posibles suplentes, insultándolo, etc.), también le exige de manera física (lo
hace tocar por horas seguidas a una velocidad increíble y con una fuerza que
pronto dejan al muchacho a punto de desmayarse y con las manos ensangrentadas).
La búsqueda de perfección de ambos lleva a una obsesión enfermiza con la que
ambos se dañan a sí mismos y dañan a su entorno personal.
***SPOILER***
Un ejemplo de
ello es que en una presentación, Andrew tiene muchos contratiempos para llegar y,
minutos tarde para el concierto, Andrew grita a un compañero para retrasar el evento
mientras maneja, pasándose una calle y siendo chocado por un camión de
contenedores, hiriendo gravemente a Andrew quien, aún en su estado, se presenta
así al concierto y sube al escenario. Debido a sus heridas, toca muy mal y se
interpone con el resto de la banda. Fletcher para la interpretación, diciéndole
que ha terminado y que arruina su trabajo pero Andrew, que ha sacrificado todo
y ha hecho su máximo esfuerzo, ya no aguanta su abuso, lanza el bombo de su
batería y taclea a Fletcher, atacándolo frente al jurado y la banda. Esto gana
su expulsión de Schaffer.
Al estar
sufriendo por depresión y habiendo perdido sus esperanzas como baterista (ahora
volviéndose vendedor en un restaurante), Andrew y su padre son abordados por
una abogada que ha sido contratada por padres de otro ex alumno de Fletcher que
lo presionó tanto que los llevó al suicidio y buscan apoyo de otros testimonios
de alumnos para asegurarse que no vuelva a cometer más abusos otra vez. Andrew
accede de manera vacilante y, anónimamente, provee el testimonio que
exitosamente logra que Fletcher sea despedido.
Meses después,
ambos se vuelven a encontrar en un concierto de Fletcher en un pequeño club de
jazz donde Fletcher explica que su meta es lograr que los alumnos superen su
supuesto potencial máximo y que se conviertan en verdaderas estrellas. Fletcher
luego lo invita a participar en un concierto de festival. Ya en el concierto,
Andrew se entera de que todo es una trampa; Fletcher había dicho que tocarían
las mismas piezas que tocaban en la banda estudio pero en realidad usó piezas
que Andrew ni siquiera conocía, haciéndolo tocar una canción completamente
diferente al resto de la banda para humillarlo frente al jurado calificador que
por siempre recordaría a Andrew y no le permitiría redimirse para conseguir una
buena educación musical jamás. Andrew se rinde luego de la primera canción pero
Fletcher hace un discurso hiriente sobre él que solo motiva a Andrew a regresar
el reto y él comienza a tocar las piezas que conoce él solo y lentamente lograr
incorporar al resto de la banda e incluso a Fletcher mismo. Todo culmina con un
solo largo y hermoso de Andrew que por fin consigue la aceptación y admiración
de Fletcher.
***FIN DEL SPOILER***
Fletcher lastima de maneras drásticas a muchos alumnos, provocando terror y Andrew ciegamente vive por tocar, aislándose así de cualquier relación de amistad o de pareja e incluso entrando en conflictos con algunos parientes que menosprecian la música como una profesión, prefiriendo los deportes. Andrew llega a un punto tan destructivo que solo llega a tener a su papá, ya que incluso abandona la música porque siente que la música lo abandonó a él.
La película ha
recibió muy poca crítica negativa, lo cual me parece lógico. La iluminación y
la escenografía claramente nos ubican en un ambiente urbano que es tanto opaco
como amenazador e incluso energético en su extravagancia. Los colores reflejaban perfectamente el tono emocional de la escena. La composición es
compleja y emocionante, me mantuvo prácticamente bailando en mi asiento
mientras miraba con ojos muy abiertos como hipnotizada a la pantalla, sintiendo
la música y los sentimientos de los personajes. Sentí que estaba ahí
viviéndolo. Y la emoción no solo viene así.
El éxito de los
valores, movimientos y ángulos de cámara fueron perfectos. Se apreciaba la
música físicamente, con el esfuerzo de los músicos en sus rostros, sus manos
interpretando, la partitura llena y compleja y, lo mejor de todo, el completo
detalle de la vibración. El último solo de Andrew nos muestra como el sudor de
su frente y la sangre de sus manos corren por sus baquetas y manchan sus
tambores y los platillos, muestra la tensión de los tambores y como el aire
resuena alrededor de ellos, como el plástico tiembla y como los platillos
parecen doblarse completamente bajo la fuerza. El ritmo se siente dentro de
uno, acumulándose, lentamente intensificando, explotando y alegrando o
enfureciendo. Refleja libertad caótica y nos llevan con ellos.
Por fin se
muestra de manera más global e intensa ese lado oculto de la música, el esfuerzo
y como el músico y el instrumento se mueven para mover a las personas y
atraparlas.
Algo de trivia
para ustedes:
El director no
gritaba corte en las escenas más intensas para que Miles Teller continuara
tocando hasta no poder más.
J.K. Simmons se
fracturó dos costillas cuando Miles Teller lo tacleó en los últimos dos días de
grabación, pero pudo terminar las grabaciones.
J.K. Simmons
había tocado piano antes y tuvo que retomar lecciones para su rol.
Inicialmente, el
director no pudo conseguir financiamiento para su proyecto, por lo cual lo
convirtió en un cortometraje que participó en el Sundance Film Festival en el
2013. La película ganó el premio de jurado de cortometrajes (Short Film Jury
Award) y así obtuvo su financiamiento.
La película se
grabó en 19 días.
Las ampollas de
Miles Teller se debían al estilo vigoroso y poco convencional del jazz que
ejecutaba. Su sangre en realidad manchó las baquetas y la batería.
Para la escena
en que Fletcher le da una cachetada a Andrew, Simmons la simuló varias veces en
ensayos antes de filmar la escena real que se ve en película.
Aunque se
utilizan dobles visuales para partes de las
interpretaciones, todo el audio de batería para Andrew fue pre grabada
por el mismo Miles Teller. De sus grabaciones, 40% se utilizó para la banda
sonora. Para esto, tuvo que tomar 4 horas adicionales en sus lecciones, 3 días
a la semana.
La película es
de las menos taquilleras jamás nominadas a Mejor Película en los Óscares.
J.K. Simmons
ganó 47 premios por su rol como Fletcher.
Un “fletcher” es
alguien que pone las plumas en las flechas. Eso es una metáfora de cómo Fletcher
prepara al siguiente “Bird” (Charlie Parker).
El final
proponer un conflicto entre estar felices por Andrew o sentir lástima por la pérdida
de su humanidad. ¿Qué tan lejos es tan lejos? ¿Cuánto es demasiado? ¿Vale la
pena?
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=7d_jQycdQGo
Banda Sonora: https://www.youtube.com/watch?v=COGdfDrO2Gw
Banda Sonora: https://www.youtube.com/watch?v=COGdfDrO2Gw
Clip de insultos y ataque: https://www.youtube.com/watch?v=nzJDXjpzIpM
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