9.22.2014

Cinema Paradiso

 
   Esta es una película romántica (no estrictamente de pareja) italiana de 1988 escrita y dirigida por el famoso Giuseppe Tornatore. La música de Ennio Morricone en esta película se volvió icónica y clásica. Básicamente la banda sonora consiste de 4 o 5 canciones con variaciones instrumentales o emotivas, pero son utilizadas en los momentos perfectos sin ser redundantes o monótonas. Son pegajosas y nos ambientan tanto que ahora siento escalofríos y nostalgia cuando escucho las piezas.

     La narrativa de la historia funciona con un flashback que tiene el famoso director del cine italiano de los 80s, Salvatore Di Vita. Su madre lo ha estado llamando con insistencia desde su pueblo natal por horas a la casa de Salvatore en Roma para informarle que Alfredo ha muerto; la hermana de Salvatore le dice a la madre que no insista ya que Salvatore no ha regresado al pueblo en los últimos 30 años, pero la madre dice que por una razón como esa si volvería y que no la perdonaría si no se lo dijeran, por lo menos.

     La novia de Salvatore es la que le pasa el mensaje de su madre a él, y así, comienza a recordar su infancia en Giancaldo, Sicilia. Regresamos a unos pocos años después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial con un Salvatore de 6 años, apodado Totó por todos en el pueblo. Totó es un niño que se sale con muchas picardías debido a su astucia. En su rol como acólito, logra entrar en contacto con el mundo del cine, ya que el padre se dedica a ir a ver las películas antes de ser proyectadas al público para censurar las escenas de besos o más.
     Mi primera impresión de este flashback fue de que me recordaba a algo. A medida que avanzaba la película y pude ver más de las escenografías, caí en cuenta que los lugares me recordaban algo a La Esperanza en Intibucá. Claro que Sicilia es más limpia, con edificios altos y grandes y más antigua, pero en general, el pueblo parecía similar. Colores tierrosos ya sea por los blancos manchados de polvo o por utilizar tonalidades beige o cafés. Calles empedradas y casas de adobe con puertas de madera grandes y espacios amplios dentro de los edificios. Pero no se limitaba a esa similitud arquitectónica. También las personas y sus maneras de actuar se parecían.
Cinema Paradiso
     Para explicar un poco sobre esta semejanza entre las personas, retomaré el rol del sacerdote como censurador. Resulta que una vez que se proyectaban las películas, la audiencia que atiborraba el cine esperaba con ansias las escenas románticas y cada vez que sabían que iban a comenzar celebraban, hasta que miraban que la cinta se movía y de la nada se retomaba en la parte justo después de que la escena romántica terminara. Aquí, no importaba si la persona fuese de palco por tener clase o si estuviera parada entre los asientos por ser algo pobre, todos se unían a gritar en decepción y enojo burlesco quejándose sobre el corte de censura gritando el nombre del proyeccionista (que saben que no tiene la culpa, pero en su maneras burlones saben que él no lo tomará a pecho.
     Esta relación tan casual y relajada entre todas estas personas tan diferentes es algo que se logra dar gracias al Cinema Paradiso, que es el punto de encuentro y el lugar de reunión en la plaza principal donde todos socializan entre ellos, volviéndose uno y así llevando a que el pueblo sea unido. En La Esperanza no ha un lugar así de especial, lo más cercano es la iglesia del parque, pero ahí, como en la película, uno camina y ve como todos se saluden y preguntan por todos los familiares y como ha ido el negocio o la salud de alguien en particular. Todos se conocen y saben sobre todos, se caigan bien o no. Creo que esto es lo que más le brinda el ambiente de pueblo a un pueblo, las pequeñas calles empedrada, casas de adobe o piedra que sean de tamaños modestos y pocas personas que son completamente familiares entre sí.


La Esperanza
     El proyeccionista del cine es el héroe personal de Totó debido a que solo él sabe como manejar el proyector de entre todas las personas del pueblo, este hombre se llama Alfredo. Cuando el padre manda a censurar algo, Alfredo corta la escena de la cinta, vuelve a pegar la otra y pone en un bulto en el suelo cada escena recortada en la salita de proyección. Totó siempre insiste en entrar allí sin permiso y ver como Alfredo trabaja, incluso le pide que le regale las cintas eliminadas. Para él, todo el cinema es una maravilla mágica, pero para Alfredo, Totó es una molestia de la cual no se logra deshacer. Totó no solo muestra ser astuto y algo hiperactivo, su imaginación también es bastante evidente, especialmente cuando imagina que la cabeza de león, por la cual se proyecta el haz de luz del proyector a la pantalla, cobra vida y ruge. Este es el único momento irreal en la película en cuanto a lo visual, pero es bastante real en la perspectiva de Totó, así que me pareció una gran decisión poder compartirnos parte de lo que él ve y siente como niño.
Alfredo y Totó
     A pesar de esto, suceden varios eventos que los van uniendo. Por ejemplo, Alfredo dos veces salvó a Totó de la ira de su madre, quien era un poquito agresiva por estar frustrada porque su esposo no había vuelto de la guerra, eventualmente le llega la noticia que confirma su muerte. Por su depresión y su pérdida, hubieron dos ocasiones en las que perdió la paciencia con él. Alfredo se compadecía de Totó por esta situación, pero terminó sellando su amistad, y un trato de enseñarle a Totó a operar el proyector, en una ocasión en la que Alfredo estaba en el salón de clases de Totó y estaba tomando el mismo examen que él y Alfredo le pidió las respuestas a él. Aquí se da a entender la falta de educación formal de Alfredo y sus intentos por compensarlo ya en su edad madura. A pesar de esto, ese hecho logró que Totó al fin lograra acercarse a Alfredo y al mundo del cine sin restricciones.
     Así comienza esta mágica relación de amor entre el pequeño huérfano, su mentor y figura paterna, y el cine. Esta relación entre esos tres entes es la que define a la película y la hace inolvidable. La relación entre ambos personajes se hace notoria con los distintos afiches de películas en la sala de proyección y el cuarto de Totó, que también tiene pedazos de cintas de películas. La relación avanza pacíficamente hasta cierto punto, que es mi escena favorita antes del primer punto de giro. Una noche, el cine estaba tan lleno que había un grupo reclamando que no pudieron entrar a la última tanda y habían estado haciendo fila por horas. Alfredo toma la iniciativa de ayudarles y usa un espejo para reflejar la proyección en un ángulo para que se pudiera ver en la pared de uno de los edificios de la plaza y a la vez dentro del cine. La multitud celebra y agradece Alfredo; luego al pedirle sonido, Alfredo toma uno de los parlantes y lo pone en la ventana que da hacia la plaza. La película se proyecta en paz, con ciertos detalles cómicos, como un hombre saliendo a su balcón por escuchar un escándalo y nota a las personas viendo hacia el edificio. Luego se voltea y se da cuenta, exclamando, "¡Es una película!" Esta no es la única escena cómica; como les mencionaba, Totó es bastante terrible en su infancia y Alfredo también es cómico que su forzada negación del niño y pidiendo la copia en el examen.

Proyección en la plaza.
    Pero la paz absoluta que habían venido llevando por un tiempo viene a su fin casi inmediatamente. Mientras proyectan tranquilamente, Totó baja a la plaza para ver mejor, todos ven como la imagen se derrite al estarse proyectando. Alfredo se voltea nota que la cinta está en llamas (por su material en ese tiempo eran inflamables y Alfredo había advertido sobre esto a Totó al enseñarle). Alfredo intenta apagar el fuego, pero el proyector explota en su cara. Totó corre hacia la sala de proyección para buscar a su amigo, pero lo encuentra en medio del fuego inconsciente en el suelo. Totó lo hala hacia las escaleras mientras llora y grita por ayuda, tratando de despertar a Alfredo, pero no pudiéndolo llevar más allá de las escaleras.
      Esta escena es la que más me rompió el corazón. Ver al pobre Totó sintiendo que perdía a su figura paternal y su inspiración y ejemplo de vida me conmovió mucho. Yo hubiera llorado igual, más a su edad en medio de un incendio sin tener ayuda y viendo las heridas de Alfredo en la cara. Obviamente, el cine se quema y por encima de eso, Alfredo queda ciego e incapaz de seguir su trabajo como proyeccionista.
Los ciudadanos se deprimen y parecen perder la esperanza y la alegría al enterarse de las tragedias, pero un hombre llamado Ciccio, que se había ganado la lotería, decide usar el dinero para reconstruir el cine, así creando el Nuovo Cinema Paradiso y contratando a Totó como proyeccionista (ahora el único con los conocimientos necesarios).

     La relación entre Salvatore y Alfredo se fortalece con el tiempo ahora que es adolescente, con Alfredo visitando seguido en el cine y ambos saliendo a pasear y hablar sobre la vida de Salvatore, aunque Alfredo tiende a hablar exclusivamente con frases de películas. En el intento de seguir su sueño como cineasta, Salvatore graba con una cámara portátil y se encuentra con una joven que le llama la atención inmediatamente.En un pasea con Alfredo, éste le menciona a Totó que nota que hay algo diferente en él y adivina que es por una joven hermosa. Totó le pide consejo y Alfredo le responde con un monólogo icónico de la película.

Alfredo le cuenta una historia de un soldado que se enamora de una princesa y, para ganarse su amor, promete que esperará 100 días debajo de su ventana para que ella pueda ser suyo, según las condiciones que ella establece. El soldado espera pacientemente, pero al llegar el día 99 se va. Más adelante en la película, Totó le dice a Alfredo que la princesa pudo haber sido suya en tan solo una noche más, pero ella también pudo haber roto su promesa. Así que, aunque sea, el soldado vivió 99 días creyendo que ella estaba en la ventana, esperándolo.
 
 

Esta reflexión profunda y agridulce me recordó a el dicho de "mejor haber perdido que nunca haber amado". Creo que esta frase se puede lograr comprender hasta cierta edad, así como Totó la logró comprender hasta más adelante. La vida y las experiencias que nos brinda son las que hacen de nosotros el producto final, y esta película habla más que nada de eso, afectos desarrollados a través del paso del tiempo.
     Termina habiendo un típico romance de verano entre él y la joven llamada Elena. La mayoría de la gente se enfoca en esto cuando habla de la película. En lo personal, la ausencia de Helena en la película me hubiera dado igual, pero se que aún así tiene ciertos méritos, más cuando se piensa en Salvatore y las cosas que aprende. Salvatore es luego llamado para cumplir con su servicio militar, que lo mantiene por dos años Roma.  Estando allí, intenta mandarle cartas a Elena, pero todas son regresadas por no haberla podido encontrar. Ya al regresar se encuentro con el pueblo demacrado, las calles vacías, todo más polvoso de lo normal, los edificios comenzando a mostrar su edad ya algo descascarados. Se da cuenta de que Elena se ha ido del pueblo con su familia y Alfredo trata de convencerlo de volver a Roma para cumplir sus sueños.

Alfredo:
"Vivir aquí día a día, piensas que es el centro del mundo. Crees que nada nunca cambiará. Luego te vas: un año, dos años. Cuando vuelves, todo ha cambiado. El hilo se ha roto. Lo que viniste a buscar no está ahí. Lo que era tuyo se ha ido. Te tienes que ir por un largo tiempo... muchos años... antes de que puedas volver y encontrar gente. La tierra en la que naciste. Pero ahora, no. No es posible. Ahora estás más ciego que yo."
(Totó): "¿Quién dijo eso? ¿Gary Cooper? ¿James Stewart? ¿Henry Fonda?"
"No, Totó. Nadie lo dijo. Esta vez es todo yo. La vida no es como en las películas. La vida...es mucho más dura."

"Cada uno de nosotros tiene una estrella que ha de seguir. Márchate, ésta tierra está maldita... la vida no es como la has visto en el cine, la vida es más difícil. ¡Márchate! ¡Regresa a Roma!, eres joven, el mundo es tuyo, yo ya soy viejo, no quiero oírte más, solo quiero oír hablar de ti... No vuelvas, no escribas, no llames, hazme caso. Hagas lo que hagas, ámalo, como amabas la cabina del Cinema Paradiso cuando eras niño".

     Y esta solo es una de las muchas frases simbólicas de la película; el personaje de Alfredo es casi como un abuelo sabio dándonos lecciones a todos. Claro, su sabiduría no es absoluta.
Existen tres versiones de la película, la original es la proyectada en Italia (155 min.), pero por su duración, la versión internacional (123 min.) fue recortada (esta versión es la más común y es la que vi). Para conmemorar los 25 años de la película se lanzó la versión de Director's Cut (173 min.) que tiene información extra sobre la desaparición de Elena. Resulta que en esta, Elena vuelva para esperar a Salvatore, pero Alfredo la convence de dejarlo ir y desaparecer por el bien del futuro de Totó. Elena deja una nota secreta en una pared de la sala de proyección, pero el la encuentra hasta que ella le habla de esto al reencontrarse en su visita por el funeral de Alfredo. También pasan una noches juntos, pero Elena lo toma como un cierre definitivo, ya que ella ya está casada y con hijos. Totó sufre mucho por esta intervención de Alfredo, aunque comprenda sus razones. Salvatore nunca la superó y nunca fue capaz de encontrar amor de nuevo y, aunque se ha vuelto un famoso director de cine, ha vivido de manera solitaria pensando en lo que pudo haber sido.

Sy - One Hour Photo

Clannad
  Es curioso el pesimismo de Alfredo si lo analizamos bien. Llega a medidas extremas para asegurarse del bienestar de Totó, pero sacrificando su alegría emocional. No le permite tener la oportunidad de escoger entre amor o trabajo; esta injusticia no le permite vivir de manera satisfactoria. Tiene que mantener una cara, una realidad superficial, para que todos crean que está bien. Es como un engaño que me recordó a One Hour Photo y como Sy se siente indignado y furiosos porque las personas no son realmente felices como las ve en las fotos. Pero Alfredo suena algo como Miyazaki, condenando a la humanidad y el camino en que lleva al mundo, como si en verdad se tratara del fin del mundo la decisión de Totó. Pero aquí quiero utilizar una referencia de una serie que, aunque no me gustó por ser demasiado trágica y romántica, también tenía buenas lecciones de vida incluídas. Esta serie de anime llamada Clannad. El personaje principal, Tomoya, dice, "Odio este pueblo. Está muy lleno de memorias que preferiría olvidar. (...)Me pregunto si algo va a cambiar alguna vez? Alguna vez vendrá ese día?" A esto responde un hombre llamado Akio que le explica como todo cambia, es algo natural y necesario. Los cambios permiten que todo avance, pero las memorias se pueden conservar. Básicamente explica como todo tiene un valor y que aunque las cosas desaparezcan, seguirán siendo importantes en la memoria de aquellos que lo consideraron importante. Él también le dice a su hija una vez que él y su esposa no se dieron por vencidos con sus sueños al nacer ella. Simplemente convirtieron sus sueños en el suyo. Estas lecciones siento que complementan a las de la película y más bien mejoran sus puntos de vistas tan negativos.
Miyazaki

     Es curioso como Alfredo ve el cambio como algo malo, por lo menos en cuanto al pueblo, pero trata de hacer que a diferencia de él, Salvatore cumpla sus sueños en el cine. Pero la verdad, eso hace que la historia sea realista. Detalles como la demolición del cine una vez que Alfredo muere, el hecho de que no se queda con Elena, el haber heredado una cinta de recopilación de todos los momentos censurados de las películas de parte de Alfredo (que lo hacen llorar de amargura por la ironía sabiendo que Alfredo alejó a Elena, pero haciendo las paces con este hecho) y también el no haber podido encontrar el amor de nuevo son cosas muy tristes pero realistas. En estos tiempos, no podemos seguir esperando finales perfectos y felices (tampoco hay que esperar el apocalípsis). Esto es un pensamiento que se ha vuelto común ahora en los medios. Un buen ejemplo es el corto de Jugando con la Muerte que nos la presenta como algo inevitable pero no necesariamente horrendo. O incluso Disney, que comienza a mostrar las cosas como son con Frozen diciendo que la princesa no se puede casar con alguien que acaba de conocer.
Frozen

      Hay tantas cosas que podemos aprender acerca de la vida y las películas nos pueden ayudar en eso antes de llegar al punto en que sea muy tarde. No es algo meramente técnico lo que está en juego como la imagen, la edición, el sonido, etc. Es también el mensaje que nos aporta lo que cuenta. Este tributo al amor y al cine es un clásico en la historia del arte al que hace tanta referencia.






Datos Curiosos:
La película fue grabada en el pueblo natal de Tornatore, Bagheria en Sicilia.
La plaza de la película se llama Piazza Umberto I que se encuentra en el pueblo de Palazzo Adriano a 30 millas del sur de Palermo. Se construyó el cinema aquí en Via Nini Bixio frente a la fuente barroca del año 1608.
La película tiene el crédito de haber revivido a la industria cinematográfica de Italia inspirando a la creación de Mediterráneo y La Vida es Bella.
Ocupa el puesto 27 de la revista Empire en la lista "Mejores 100 películas del mundo del cine".

Premios:
Cannes, Grand Prix du Jury (1989)
Óscar y Golden Globe, Mejor Película Extranjera (1989)
5 premios BAFTA (1991)

Soundtrack:
http://www.youtube.com/watch?v=Rkk0tItcFjs 

Trailer:
http://www.youtube.com/watch?v=maV1ZYdAExw

Piazza Umberto I






2 comentarios:

  1. Hay muchas enseñanzas hermosas en los films, de todos podemos aprender cosas ya que por muy pequeña que sea las películas tienen un gran mensaje de fondo, en lo personal hay una Pelicula que me fascina que se llama el secreto de sus Ojos que si no la has visto te la recomiendo de gran manera, un abrazo -hzm-

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  2. Hace poco casi la miro. Es una de mis pendientes para el blog.

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